El Messenger cumple 10 años

El popular programa de mensajería de Microsoft cumplió una década el pasado 22 de julio.

Aunque hoy parecen normales las conversaciones en MSN, hace 10 años eran como un sueño. Resultaba sorprendente saber que podías mantener una conversación en vivo con alguien en Paris o Buenos Aires desde Caracas, con solo sentarte frente al computador.

Los más veteranos navegantes recordarán aún la flor verde de ICQ, el sistema de mensajería instantánea que se popularizó en los noventa, cuando aún se navegaba con módem. Pero en 1999 nació el programa que pronto se convirtió en imprescindible en muchas computadoras, sobre todo en las de los más jóvenes. Nació el Messenger...-->>

Aquellos mensajes cortos, directos, poco a poco dieron paso a utilidades de trabajo, posibilidad de hacer video y, sobre todo, a los ya célebres y característicos "emoticons". Dos meses después del lanzamiento, el Messenger ya tenía 2.5 millones de usuarios. Seis meses después ascendieron a 4.5 millones de usuarios.

Un año después, los usuarios sumaban 18 millones, y ya estaba disponible el intercambio de archivos, además de pasar de 4 a 22 idiomas disponibles. En marzo de 2001, era posible agrupar los contactos en grupos y eran 29.5 millones de usuario. Hoy MSN cuenta con 323 millones de usuarios y se calcula que 140 millones de personas se conectan diariamente a su Messenger.



Microsoft marcó el ritmo de la nueva era, pues Messenger dio el primer paso de lo que años después sería la telefonía IP y otras tantas comunicaciones vía web.

Instantaneidad y ahorro

Incluso, es tal el poder de esta comunicación, que Microsoft ha afirmado que los mensajes de sus 1,600 millones de sesiones diarias, si se pusieran en soporte físico, y uno de detrás de otro, medirían 470,000 kilómetros frente a los 405,000 que hay de distancia entre la Tierra y la Luna.

También, presume el ahorro de papel que supone Messenger. Asegura que si se enviaran todos los mensajes por correo se necesitarían 2.8 millones de árboles al día para papel.

En fin, más allá de la fiesta de Bill Gates y su empresa, todos tenemos algo que contar de este mensajero.

Fuentes: El Economista (México) y La Prensa Gráfica (El Salvador)