jueves, 6 de julio de 2006

Tarjetas prepagadasmedio de lavado en EE UU

(Servicio deInmediato) Quienes le siguen el rastro al lavado del dinero hoy concentran la atención a las tarjetas prepago y sobre todo a las recargables. ¿Ha oído hablar de ellas?, entérese, son la nueva moda en blanqueo de dinero y están en todas partes. Alejandra Satapolosky, editora de Lavado de Dinero en Miami, lo explica: son tarjetas que se compran en una gasolinera, en los bancos y hasta por Internet sin tener cuenta bancaria y permiten recibir dinero en efectivo en cualquier lugar donde haya un cajero o una oficina de transferencia.
Sirven cuando no se quiere portar dinero en efectivo y se las recarga conforme a las necesidades. Cada tarjeta se puede cargar con cantidades que van desde 500 dólares hasta 10 000 y pueden hacerse efectivas en las redes de tarjetas de débito y crédito como MasterCard, Visa Plus o Interlink.
En sí, las tarjetas prepagos no encierran ningún delito. Pero los problemas llegan cuando alguien decide utilizarlas para lavar dinero negro y entrar al sistema financiero con dinero que nadie le pregunta de dónde viene. La facilidad de este mecanismo es que hace casi imposible seguir el rastro de quien compró las tarjetas, pues no se requiere de identificación para obtenerlas. La industria del blanqueo que pone en el mercado unos 4 500 millones de dólares solo en EE.UU., al parecer, está utilizando este sistema, tanto que la Evaluación de Amenazas de Lavado de Dinero, publicada por el Gobierno describió a las tarjetas como un gran problema.

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